Los beneficios
Estos son algunos de los beneficios básicos de la sonoterapia, aunque pueden variar de una persona a otra:
· Induce un estado de relajación profunda del cuerpo y la mente. Los sonidos armónicos y sus vibraciones calman el sistema nervioso, reducen el estrés y promueven el equilibrio de los hemisferios cerebrales, creando una sensación general de tranquilidad y serenidad.
· Su efecto calmante en el sistema nervioso, ayuda mucho a reducir los niveles del estrés, la ansiedad y la depresión. La sonoterapia proporciona un alivio instantáneo y una sensación de profunda paz interior.
· Desbloquea y equilibra los chakras, los centros energéticos del cuerpo.
· Promueve la producción de endorfinas y otras sustancias químicas que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la resistencia del cuerpo a enfermedades y trastornos.
· Mejora el equilibrio y la concentración al estimular el cerebro y el sistema nervioso central. Los sonidos armónicos activan distintas áreas del cerebro y mejoran la capacidad de enfoque y concentración, incrementando la intuición y la creatividad.
· Alivia el dolor y las tensiones musculares. Es una forma complementaria de tratamiento para condiciones como el dolor crónico, los dolores de cabeza y las lesiones musculares.
· Además, la sonoterapia es una práctica que ayuda a las personas a recordar su capacidad de sentir la paz y el amor, la unidad, la compasión y la gratitud, y a acceder a estados de consciencia expandida y profundizar en su conexión con lo sagrado y trascendental.
Las frecuencias cerebrales
Las frecuencias cerebrales se miden en ciclos por segundo (Hz), cada frecuencia tiene un nivel específico de actividad cerebral y corresponde a un estado determinado de conciencia.
Durante nuestra actividad ordinaria y con la conciencia normal de vigilia basada en la lógica y el razonamiento, estamos en ondas beta. Las ondas cerebrales beta (14-40 Hz) nos permiten funcionar en la vida cotidiana de forma eficaz. Así también, en sus niveles más altos, producen estrés y ansiedad.
Los sonidos armónicos detienen el diálogo interno de nuestra mente y cambian el estado de nuestra conciencia bajando los ciclos cerebrales a niveles de frecuencia entre las ondas alpha (7,5 a 14 Hz o ciclos por segundo) y las ondas theta (4 a 7,5 Hz), provocando una profunda relajación física y mental.
Al bajar a ondas más lentas se producen estados de calma y serenidad, de creatividad, se incrementa la memoria y se pueden desbloquear y solucionar inquietudes o conflictos internos.
Las ondas cerebrales alpha (7,5-14 Hz) nos sitúan en la frontera entre lo consciente y lo inconsciente, es decir, mantenemos una actividad consciente de nuestra mente pero a la vez podemos acceder a información y estados propios del subconsciente. Es un estado de paz interior y relajación profunda donde la intuición se hace más clara y más profunda cuanto más nos acercamos a 7,5Hz.
Las ondas theta (4-7,5 Hz), más bajas que las anteriores, están asociadas a la meditación profunda y nos ofrecen la posibilidad de poder descubrir acontecimientos escondidos en el subconsciente. Es una frecuencia que se asocia a una profunda conexión espiritual y de unidad con el universo, y nos da la oportunidad de acceder a una gran y profunda inspiración y creatividad.
Existen ondas cerebrales aún más lentas que se pueden experimentar durante estados de profunda meditación trascendental, pero ya no estarían tan relacionadas con las sesiones con sonidos armónicos.